lunes, 2 de julio de 2012

2/julio/12

Hola, Nerea,

Ya por fin te podemos llamar por tu nombre y sin embargo siento que eres a la persona que menos le he pronunciado ese nombre. Tengo que dedicarte más tiempo, lo sé... y lo quiero.
Pero a veces me cuesta trabajo, algún día lo entenderás, pero tener que dividir mi tiempo entre tú y tu mamá me pesa... porque, has de saberlo, aún no nos casamos tu mamá y yo y, por ello, no vivimos juntos; de modo que esos ratos que tengo para ustedes, tengo que dividirlos.

Sin embargo, Nerea, espero mejorar en mi amor y aprender a verlo como un amor más familiar, y que no tenga que ser tanto una división como un simple hecho de amar.

No dudes que te amo: eres mi hija y eso no cambiará nunca.

Gracias por venir y por todo cuanto me has enseñado y me enseñarás. Espero saber dar todo de mi para ser el papá que mereces.

Tu papa.